La enseñanza y la tecnología van de la mano en beneficio de la educación. Justo en esa dinámica se enmarca el Sistema de Virtualización de las Asignaturas, que hoy impulsa la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad de Cuenca.

Esta propuesta innovadora están en plena ejecución desde marzo de 2024. En el primer periodo se permitió que 19 asignaturas de ocho carreras sean impartidas a través de una plataforma digital. En el segundo periodo fueron 21 asignaturas siete carreras.

Estudiantes beneficiados

  • 509 Periodo marzo 2024
  • 726 Periodo septiembre 2024

Este modelo híbrido, que combina un 70% de enseñanza en línea y un 30% de clases presenciales, busca potenciar la flexibilidad en el aprendizaje y optimizar el acceso a la educación superior. Permite mayor libertad académica para los estudiantes y los docentes. Pues son asincrónicas, es decir, no es necesario que el docente y sus alumnos se conecten al mismo tiempo y en una hora determinada.

Los docentes reciben capacitación contínua para la virtualización de las asignaturas.

En este espacio virtual, los contenidos se presentan de manera dinámica mediante videos, foros de discusión, materiales interactivos y recursos gráficos que facilitan la comprensión y el análisis.

María Elena Chan, investigadora de la Universidad de Guadalajara, México, está de acuerdo en que la virtualización educativa es una megatendencia.

La virtualización educativa no se limita a la representación de objetos, escenario y experiencias del mundo real para colocarlos en entornos digitales. Supone hoy la gestión del entramado entre los entornos de aprendizaje físicos y digitales, considerando que en unos y otros hay mediación de las TIC.

Un cambio de paradigma en la enseñanza

El estudiante y el docente abandonan la pizarra para trasladarse hacia recursos interactivos y virtuales, como nuevos materiales didácticos, además de actividades continuas en línea. Incluso reemplaza el cuaderno por sus dispositivos (celular o tablets) como herramientas educativas y no solo como elementos de distracción.

Los docentes se empeñan en alimentar los recursos pedagógicos, virtualizan las clases y programan actividades en plataforma: videos, foros, material interactivo, lecturas, dinámicas, formularios y más contenido.

En su experiencia académica, el docente Jorge Arízaga recurrió a foros de discusión sobre un tema determinado, además de actividades más sostenidas que motiven la reflexión y retroalimentaciión. También a exámenes más convincentes de hasta tres horas para que lean, analicen y comparen textos, y no se limiten a responder preguntas de opción múltiple, falso o verdadero.

En un inicio ha significado un doble esfuerzo, ya que demanda la preparación previa de los materiales y las clases. “Nos ha costado en un inicio adaptarnos a esta nueva modalidad. Sobre todo, porque es bajo la modalidad híbrida. En el avance se irá optimizando”, es la convicción de Juan Carlos Bernal, coordinador de MediaLab Filosofía, área responsable de este proceso.

Esta innovación educativa demanda una evolución en la mentalidad de los catedráticos. La experiencia de la docente Fabiola Zavala, por ejemplo, es que aprendió a que cada video con el que imparte contenido un catedrático no debe superar los cinco minutos. A diferencia, en la modalidad presencial toma hasta 45 minutos exponer una clase.

Beneficios y retos del aprendizaje digital

El tiempo, la posibilidad de una retroalimentación, calificación rápida, actividades dinámicas con base en el formato de programación… Esos y más son los beneficios de la virtualización de las asignaturas.

Los recursos digitales utilizados son inclusivos. Es decir, todos los formatos están adaptados para manejarlos incluso desde dispositivos móviles (celulares). Si un estudiante no está en la posibilidad de conectarse a Internet, tiene la opción de hacerlo desde la biblioteca central de la Universidad de Cuenca o desde los laboratorios que dispone la Facultad de Filosofía. Desde la Coordinación de MediaLab Filosofía también se les facilita una solución.

Juan Carlos Bernal enfatiza que los docentes han desarrollado estrategias innovadoras, como evaluaciones más reflexivas y el uso de plataformas interactivas para fortalecer el aprendizaje autónomo.

La virtualización no solo es trasladar contenidos a la web, sino repensar la enseñanza a través de formatos más dinámicos y accesibles.

El estudiante se acopla

En el inicio hubo incertidumbre y cierta sensación de soledad en los estudiantes al no tener al docente al frente del aula. Mas con el transcurso de los días, alrededor de dos o tres semanas, su familiaridad con la tecnología, la flexibilidad en horarios, las actividades dinámicas y otras ventajas les ha permitido irse acoplando y ganando confianza en la virtualización de las asignaturas. Se trata de un trabajo autónomo y demanda responsabilidad en el alumno.

Un primer diagnóstico evidenció la apertura desde los estudiantes para esta nueva modalidad de clases. Sin embargo, Juan Carlos Bernal considera que es necesario incentivar una mayor participación, en especial cuando se trata de actividades combinadas en plataforma: en grupo y generación de opiniones en un tiempo determinado.

Así, la implementación de la virtualización representa un avance en la transformación educativa, alineándose con tendencias globales en educación superior. Con el tiempo, esta estrategia no solo mejorará la accesibilidad y calidad del aprendizaje, sino que también consolidará a la universidad como un referente en innovación pedagógica en Ecuador.

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